Y llegó nuestro Lunes Santo, el lunes más esperado del año por todos los que formamos El Amor de Alhama.
El despertar no fue el soñado, el día amaneció tremendamente encapotado y la lluvia comenzó a caer desde primera hora de la mañana, la cercanía que nos une a la villa de Alcantarilla hacía presagiar que la jornada no iba a ser como las vividas años anteriores.
Las condiciones climatológicas no lograron minar los ánimos de los hermanos de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Salud y Misericordia y Ntra. Sra. de Gracia, donde incansablemente continuaban arreglando los pasos con la esperanza de una mejoría y poder sacar a sus Sagrados Titulares.
Cayó la tarde y el tiempo empeoraba, las llamadas del Hermano Mayor Francisco Hernández Carrillo a la base aérea del municipio para saber más información a través de sus radares eran continuas y desalentadoras, no existía un hilo de esperanza al que aferrarse, los partes meteorológicos no auguraban poder realizar la estación de penitencia con garantías.
Pasadas las 18:30 horas recibimos la decisión unánime de su Junta de Gobierno de suspender la salida procesional, las puertas del templo de Ntra. Sra. De la Asunción permanecerían cerradas con todo el dolor de nuestro corazón.
Era un momento extraño, tanto cofradía como agrupación nos quedábamos por vez primera sin poder salir a la calle, eran instantes de levantar los ánimos, y los mensajes en las distintas redes sociales y medios no se hicieron de esperar alentando tan difícil situación.
Pero ahí no quedó todo, varios componentes querían ver al Señor del Barrio de San Roque con sus mejores galas, estrenando túnica para la ocasión y así acompañar personalmente a la Cofradía en un día tan infausto. Al llegar a Alcantarilla las muestras de cariño por parte de la corporación no se hicieron de esperar, abriendo las puertas de la cancela que cierra la capilla donde se rinde culto a nuestro Señor de la Salud y Misericordia para así poder contemplar su belleza desde la cercanía, tras varios minutos frente a Él, admirando su mirada imponente, era el momento de concluir un día eclipsado por la lluvia que nos dio para pensar en lo que pudo ser y no fue, pero que igualmente nos dio las fuerzas necesarias para comenzar a preparar el Lunes Santo de 2017, donde no cabe duda que será nuestro Lunes de Salud y Misericordia y podremos quitarnos este mal sabor de boca, deseando que la única lluvia en caer sea de pétalos y azahar.
El despertar no fue el soñado, el día amaneció tremendamente encapotado y la lluvia comenzó a caer desde primera hora de la mañana, la cercanía que nos une a la villa de Alcantarilla hacía presagiar que la jornada no iba a ser como las vividas años anteriores.
Las condiciones climatológicas no lograron minar los ánimos de los hermanos de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Salud y Misericordia y Ntra. Sra. de Gracia, donde incansablemente continuaban arreglando los pasos con la esperanza de una mejoría y poder sacar a sus Sagrados Titulares.
Cayó la tarde y el tiempo empeoraba, las llamadas del Hermano Mayor Francisco Hernández Carrillo a la base aérea del municipio para saber más información a través de sus radares eran continuas y desalentadoras, no existía un hilo de esperanza al que aferrarse, los partes meteorológicos no auguraban poder realizar la estación de penitencia con garantías.
Pasadas las 18:30 horas recibimos la decisión unánime de su Junta de Gobierno de suspender la salida procesional, las puertas del templo de Ntra. Sra. De la Asunción permanecerían cerradas con todo el dolor de nuestro corazón.
Era un momento extraño, tanto cofradía como agrupación nos quedábamos por vez primera sin poder salir a la calle, eran instantes de levantar los ánimos, y los mensajes en las distintas redes sociales y medios no se hicieron de esperar alentando tan difícil situación.
Pero ahí no quedó todo, varios componentes querían ver al Señor del Barrio de San Roque con sus mejores galas, estrenando túnica para la ocasión y así acompañar personalmente a la Cofradía en un día tan infausto. Al llegar a Alcantarilla las muestras de cariño por parte de la corporación no se hicieron de esperar, abriendo las puertas de la cancela que cierra la capilla donde se rinde culto a nuestro Señor de la Salud y Misericordia para así poder contemplar su belleza desde la cercanía, tras varios minutos frente a Él, admirando su mirada imponente, era el momento de concluir un día eclipsado por la lluvia que nos dio para pensar en lo que pudo ser y no fue, pero que igualmente nos dio las fuerzas necesarias para comenzar a preparar el Lunes Santo de 2017, donde no cabe duda que será nuestro Lunes de Salud y Misericordia y podremos quitarnos este mal sabor de boca, deseando que la única lluvia en caer sea de pétalos y azahar.
Crónica: Felipe Andreu Ortega, componente desde 2013/2014