El jueves santo, es quizá la procesión más multitudinaria de la Semana Santa de Alcantarilla, tanto en su salida desde la Iglesia de San Pedro Apóstol, como en todas las calles por las que discurre hasta su recogida nuevamente en el templo parroquial.
Esta procesión tan querida en esta localidad, es llamada Procesión de Ntro. Padre Jesús Nazareno, en la cual participan la mayoría de Hermandades y Cofradías del municipio. Este cortejo penitencial, simboliza el inicio propiamente dicho de la Pasión de Cristo, momento para el cual tuvimos el honor de participar acompañando al Santísimo Cristo de la Humillación, de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores y Santísimo Cristo de la Piedad.
Llegaban las ocho de la tarde y en la plaza de la Iglesia no cabía un alma más, nazarenos, músicos, hermanos, cofrades, niños, padres, abuelos, todos se agolpaban para buscar el mejor sitio y poder ver la salida de los distintos pasos desde el interior del templo. Sonaba el Himno Nacional, el Nazareno ya está en la calle, lo que significaba que nuestro momento se acercaba.
Comienzan a sonar los primeros acordes del canto litúrgico Dios está aquí, el Cristo de la Humillación va cruzando con sumo cuidado y suavidad el umbral de la puerta. Cómo canalizar los sentimientos de todo un pueblo, de los cofrades, de los niños que se visten por primera vez de nazareno, de sus estantes, de sus devotos y penitentes; nosotros sólo sabemos hacerlo de una manera, con nuestros sones, elevando con ellos hacia Cristo, sus penas y alegrías, sus risas y llantos, sus plegarias, promesas y peticiones, sus agradecimientos. En aquel momento, en aquella noche bajo la luna de Jueves Santo, sólo podían sentirse Latidos de Amor.
El Señor de la Humillación dejaba atrás la Iglesia y se adentraba en la Calle Mayor, comenzaba nuestra Estación de Penitencia donde a lo largo del recorrido, nuestras marchas se convirtieron en auténticos rezos y oraciones.
La Calle Ramón y Cajal junto con la Calle Madre Piedad de la Cruz fueron testigos de un repertorio perfectamente elegido, acorde a la solemnidad y el saber estar de la villa de Alcantarilla en estos días de Pasión.
Adentrados en la zona antigua de la ciudad interpretamos, entre otras, Madre del Dolor, Rosarium Mariae y Lunes de Salud y Misericordia, culminando una noche excepcional con Cerca de ti, Señor y Perdona a tu Pueblo, donde por encima de todo destacaron la elegancia y solemnidad de los estantes de la Cofradía Ntra. Sra. de los Dolores y Stmo. Cristo de la Piedad y de la cantidad de fieles que aguardaban con respeto el paso del cortejo.
Esta procesión tan querida en esta localidad, es llamada Procesión de Ntro. Padre Jesús Nazareno, en la cual participan la mayoría de Hermandades y Cofradías del municipio. Este cortejo penitencial, simboliza el inicio propiamente dicho de la Pasión de Cristo, momento para el cual tuvimos el honor de participar acompañando al Santísimo Cristo de la Humillación, de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores y Santísimo Cristo de la Piedad.
Llegaban las ocho de la tarde y en la plaza de la Iglesia no cabía un alma más, nazarenos, músicos, hermanos, cofrades, niños, padres, abuelos, todos se agolpaban para buscar el mejor sitio y poder ver la salida de los distintos pasos desde el interior del templo. Sonaba el Himno Nacional, el Nazareno ya está en la calle, lo que significaba que nuestro momento se acercaba.
Comienzan a sonar los primeros acordes del canto litúrgico Dios está aquí, el Cristo de la Humillación va cruzando con sumo cuidado y suavidad el umbral de la puerta. Cómo canalizar los sentimientos de todo un pueblo, de los cofrades, de los niños que se visten por primera vez de nazareno, de sus estantes, de sus devotos y penitentes; nosotros sólo sabemos hacerlo de una manera, con nuestros sones, elevando con ellos hacia Cristo, sus penas y alegrías, sus risas y llantos, sus plegarias, promesas y peticiones, sus agradecimientos. En aquel momento, en aquella noche bajo la luna de Jueves Santo, sólo podían sentirse Latidos de Amor.
El Señor de la Humillación dejaba atrás la Iglesia y se adentraba en la Calle Mayor, comenzaba nuestra Estación de Penitencia donde a lo largo del recorrido, nuestras marchas se convirtieron en auténticos rezos y oraciones.
La Calle Ramón y Cajal junto con la Calle Madre Piedad de la Cruz fueron testigos de un repertorio perfectamente elegido, acorde a la solemnidad y el saber estar de la villa de Alcantarilla en estos días de Pasión.
Adentrados en la zona antigua de la ciudad interpretamos, entre otras, Madre del Dolor, Rosarium Mariae y Lunes de Salud y Misericordia, culminando una noche excepcional con Cerca de ti, Señor y Perdona a tu Pueblo, donde por encima de todo destacaron la elegancia y solemnidad de los estantes de la Cofradía Ntra. Sra. de los Dolores y Stmo. Cristo de la Piedad y de la cantidad de fieles que aguardaban con respeto el paso del cortejo.
Crónica: Fco. José Martínez Hernández, componente desde 2013/2014