Primeros Sones Rozando la Cuaresma, Crónica Concierto V Aniversario


El Amor de Alhama, entre ensayos, últimos preparativos y nervios que comienzan a aflorar, nos vimos sorprendidos por la llegada del mes de marzo, ese mes crucial que da la bienvenida al tiempo de Cuaresma.
No había mejor manera que festejar este cálido periodo estival, donde el azahar comienza a impregnarnos con su fragancia usual, que un concierto en la casa que nos vio nacer, para presentar, de una forma muy cercana, las primicias que nuestra familia cofrade ha gestado para esta Semana Santa.

Todo estaba preparado para que los sones de Perdona a tu Pueblo abrieran el tan ansiado acto, recordando de esta manera nuestros orígenes, que, a día de hoy, protagonizan nuestro, nada más y nada menos que V Aniversario.
Juan Pablo, nuestro querido habitual presentador y miembro de "La Casa del Arte Cofrade", recordaba nuestros inicios y el esfuerzo realizado para llegar a donde nos situábamos hoy en día, para así cerrar el primer acto de la ceremonia con Aeternum y Rosarium Mariae de Cristóbal López Gándara, dando paso a uno de los momentos más deseados de la noche, el estreno de los mantolines.

Siguiendo nuestra simbología tan representativa, las nuevas galas nos permiten seguir vistiendo nuestras plegarias de fe y devoción a Cristo. Con estos mantolines, junto al banderín y la nueva uniformidad, se va forjando cada vez más la indumentaria y sello de nuestra agrupación musical, avivando con fuerza y pasión el lema que portamos en nuestro corazón: AMOR.


Sin más dilación, se quiso deleitar a los presentes con el segundo de los estrenos de la temporada, la nueva pieza musical escrita por Ignacio García Pérez, compositor granadino y conocido de nuestra formación. La marcha nos permite atrapar las vivencias de cinco años de sueños, música, ilusión, esperanza y anhelos por la Pasión de Cristo... todo ello, aferrado, como su propio nombre indica, Memorias.
No nos quisimos despedir sin antes entregar un pequeño obsequio a Luis Fernández, Juan Pablo Molina y Salomé Lendínez, por el esfuerzo y las ganas entregadas a la causa, así como agradecer la existencia a todos los presentes y desearles una feliz cuaresma.

Sobre los Mantolines

Los mantolines están bordados sobre paño de terciopelo rojo y negro cuya característica principal es su original forma de corazón ya habitual en toda la simbología y elementos decorativos de la agrupación.
Su bordado está realizado con técnica de hilo y canutillo dorado pudiéndose observar como elemento central en grande sobre relieve la palabra AMOR. Formando parte del mismo se encuentra bordada una gran corona que realza en majestuosidad e importancia dicha palabra. Acompañando se encuentran varios motivos decorativos, inspirados en los ya existentes en el banderín, con forma arbórea y de hojarasca cuyos tallos son pequeñas siluetas con forma de cornetas reinventadas en maceteros de cuyo interior florece la música de distinto color.
El borde del mantolín se encuentra enmarcado con un grueso bordado en volumen de gama amarilla y dorada que quiere recordar unas alas de pelícano que abrazan y protegen todo lo que se encuentra en su interior. El mantolín está rematado con engalanaduras de flecos dorados y en su parte posterior forrado con tela roja de damasco.